30 abril 2014

LA FELICIDAD SEGUN MI SOBRINA




Aun no ha hecho un mes y una de las cosas que me llamaron la atención cuando la conocí es la facilidad pasmosa para dormir que tiene la bendita.

A la vista está que, ajena a miradas y fotografías, sus ocupaciones se reducen a lo básico dada su naturaleza de recién nacida, de bebé. Una de sus actividades que más tiempo le ocupa es la de dormir.

No solamente dormir le lleva la mayor parte del tiempo, comer y hacer sus necesidades son otros de sus menesteres. En eso no se diferencia de sus congéneres neo natos quienes, como ella, aun no tienen conciencia de si mismos ni del mundo. La vista apenas la tiene desarrollada, siendo de cerca como parece ser que pueda distinguir alguna cosa. El olfato lo tiene agudizado ya que de esa manera sabe cuando su madre está presta a alimentarle (conocen el olor de sus madres estas pequeñas criaturas) y, tal vez, cierta familiaridad parece ser que tiene a las voces de sus progenitores.

Es lento su crecimiento, cosa que a mi hermana le preocupa (yo en su lugar también lo estaría), pero poco a poco va ganando unos gramos y creciendo unos pequeños centímetros. Las madres sois madres y el vínculo, con las sensaciones y sentimientos hacia vuestros retoños, dicen, que es muy especial.

Con ella ya son cuatro los hijos de mis tres hermanas. Cuatro eramos los hermanos hasta que llegó la madre de la feliz dormilona que vemos en la foto: Los Cinco, como los famosos personajes, ay, de Enid Blyton.

La pequeñaja es ajena al Mundo. Lo más parecido al Mundo son los pechos de su madre que la alimentan y los cuidados, arrumacos y demás que sus padres le dispensan. Ha tenido la suerte de tener los padres que tiene, mi hermana y mi cuñado.

Siento que la niña es feliz y no tenía otra manera de definir su felicidad que con una imagen que vale más que mil palabras.





29 abril 2014

A PROPÓSITO DE ELLEN PAGEN


"El amor, con su belleza, su alegría e incluso con su dolor, es el mayor regalo que uno puede dar y recibir"  Ellen Page



Hacia tiempo que quise escribir sobre esta pequeña gran actriz. La oportunidad la encontré hace más de dos meses cuando "salió del armario, del closet". Rescato lo que escribí (si la memoria no me falla) un 17 de febrero, 4 días antes de su cumpleaños.


Si hay una actriz por la que siento más que admiración y debilidad es por esta canadiense bajita y con cierta conciencia en asuntos medioambientales que me ha encandilado en cada película suya que he visto. 

En Mouth to Mouth, un film que supongo no ha visto nadie excepto yo y un par de frikis como mucho, sufría su personaje una transformación brutal en todos los sentidos; en The East era uno de los activos de una célula ecologista terrorista; en Origen su personaje es el arquitecto de los sueños donde transcurre un robo y una redención (temas recurrentes, entre otros, del Cine); en Juno interpreta a una adolescente que decide seguir con su embarazo y dar en adopción a su retoño; en Smart People es la hija republicana y empollona de una familia a punto de desectructurarse; en Roma con Amor es la amiga un tanto pedante que se enrolla con el novio de su amiga; en Hard Candy -una de sus interpretaciones más redondas - es una heroína que se venga de un pedófilo; en The Tracey Fragments -joya del cine indie desconocida y brillante- va en busca de su hermano a quien ha perdido; en The American Crime, película basada en un hecho real, es víctima de toda clase de humillaciones, vejaciones y violencia.

Ha trabajado con dos directores de la talla de Nolan y Allen. Ha patinado literalmente como nadie en Roller's Girls y ha hecho de heroína gamberra en la genial Super. Es una de las mejores actrices de la industria norteamericana y por talento y edad aún tiene mucho muy bueno (o muy malo) que interpretar.

Desde hace años se especulaba sobre su orientación festivo-erótico-sexual (el sexo mucho más que la Fé mueve montañas, chascarrillos, tinta y dinero), aunque por fin, como se dice vulgarmente, ha salido del armario.

La protagonista de Pit Pony se ha quitado un peso de encima y lo que primero fue ser honesta consigo misma, posteriormente ha considerado serlo con los demás.

No voy a añadir nada más a lo que tan duramente ha expresado la señorita Page. 


A la vista está que es una mujer muy guapa y que tiene un desparpajo ante las cámaras que muchos ya quisieran. 

Admiro a Ellen Page.




25 abril 2014

BEATUS ILLE...




Una de las muchas consecuencias que ha tenido la proliferación de recetas para conseguir la felicidad ha sido la alienación (no consciente y no aceptada por quien está alienado), el solipsismo (entendido en el sentido del personaje de  “La Vida es sueño”, Segismundo, quien encerrado toda su vida en una torre desde que nació se pregunta si es un sueño el mundo exterior que observa desde una ventana), como también, y esto ya es más “grave”, cierto narcisismo donde el mundo exterior satisface nuestras necesidades. Y, por último, el Caos en los diferentes órdenes de nuestras vidas (entendiendo el Caos como el comportamiento en el que se pasa de la estabilidad a la inestabilidad y viceversa).

Antes tendremos que ponernos  de acuerdo en definir la felicidad ya que que a lo largo de la Historia el concepto de felicidad no es unívoco y muchas son las clases de felicidad que existen. Para ello, y haciendo un ejercicio de amplitud de miras -y redundante-  por mi parte, adoptaré como “búsqueda de la felicidad” la propia definición de felicidad y, al mismo tiempo, concluiré que en el devenir de nuestras vidas esa búsqueda constante tiene, en momentos concretos, su recompensa no solamente “psicológicamente” sino también en lo “material”. (Ejemplos: “mi trabajo me hace feliz”, “soy muy feliz contigo” “mi coche me hace feliz”).

En el mundo que nos ha tocado vivir tengo la sensación que estamos en un gran bufete libre (es curioso que la libertad en el bufete se da previo pago), excepto en sociedades no avanzadas como lo es la nuestra. El gran bufete que tenemos a nuestra disposición abarca cualquier tipo de necesidad y apetencia que tengamos. Así, por ejemplo, previo pago de una entrada podemos ver una película en pantalla grande incluso amenizarla con cualquier alimento, preferentemente, palomitas de maíz y chocolatinas o, previo pago de la conexión a Internet (incluso si la pirateamos del vecino), podemos bajarnos pelis a mogollón. Incluso el pago de impuestos, tasas y otros gravámenes nos abre las puertas de exposiciones, obras de teatro, conciertos, etc., en recintos públicos como las llamadas Casas de Cultura.

Un mundo rico en objetos tangibles, colores, formas, sensaciones publicitadas, new age a tutiplén, servicios variopintos, hedonismo y yoga, entre otros, nos arranca la sonrisa “feliz” o la mueca dependiendo de lo que cueste disfrutar u obtener el gozo de nuestras alegrías o nuestras tristezas (es curioso como el ser humano, en su simpleza, siente “depresión post-vacacional” o “depresión post-parto” entre otra serie de situaciones que tocan el alma o el bolsillo).

En este mundo de neón, de Internet, de frases geniales, de publicidad, el sujeto operativo deviene en objeto como ocurre, por ejemplo, con ciertos (estereo)tipos de mujeres que son reclamos publicitarios. La cosificación de la persona no acaba ahí, a nadie se le escapa las perversiones no consentidas de las que son objeto algunas personas (enfermos mentales, niños, etc.,) y animales (estos últimos no tienen la capacidad de consentir).

Nadie repara en el entorno ni el contorno. Parece ser que “todo vale” o “nada vale tanto como la propia felicidad”. Tal vez me esté adelantando. Vamos a centrarnos en la alienación sin que tengamos que recurrir a Eric Frohm.

La alienación es la situación del sujeto, en un sentido amplio, que tiene tanto una pérdida o alteración de los sentidos o de la razón como la pérdida de la identidad. No solamente el marxismo se ocupa de la alienación (la que provoca el sistema capitalista), también la Psicología, entre otras disciplinas, tratan de un fenómeno que existe aunque algunos lo confundan con todo lo contrario; los enajenados es lo que tienen, no son conscientes de su situación y, a veces, en lugar de ponerse en manos de un terapeuta (lo mejor siempre que sea un psicólogo o psiquiatra titulados) se afilian a un partido, secta o sindicato (discutible, llegando en casos concretos a ser pernicioso) o se ponen, tal cual, a hacer yoga, abominable actitud esa, a mi modo de ver, cuando es el alma la que necesita el concurso de un psicólogo y, por contra, uno “tiene la fe y el beneficio de sus obras” que flexionando el tronco, las extremidades, respirando con técnica y oliendo incienso “sus problemas” se van a disipar. Yo, en verdad, afirmo: Si usted tiene dolor vaya a un médico y si el dolor lo tiene en el alma vaya a un psicólogo o a un psiquiatra. O haga, si no le seduce lo anterior, lo que buenamente de usted de sí.

El solipsista es un sujeto para quien el mundo toma carta de naturaleza desde el “Yo”. En la película “Matrix” los sujetos tenían conciencia del Mundo en sus mentes pero resulta que, al mismo tiempo, estaban esclavizados por las máquinas y las inteligencias artificiales.

Prefiero, sin embargo, remarcar ese solipsismo en el que nuestro “Yo” toman del mundo aquello que satisface nuestras necesidades de una manera claramente narcisista. («Toma de mí todo y todavía más» decía la canción). Con esa tesitura desde nuestro “Yo” concebimos el Mundo como un gran cuerno de la abundancia, ensimismados en nosotros mismos, sin reparar que no solamente está en recibir la gloria y los placeres; por contra, cuando damos nos los damos a nosotros mismos. Así nos encontramos que los narcisos y las narcisas tienen conciencia de si mismos, sin embargo, el Mundo -Matrix- que tienen en sus mentes realmente les domina. Alguien diría, pues, que un botijo es más complejo que el ser humano y no le faltaría razón.

Y para cerrar el círculo vicioso de la felicidad-infelicidad tenemos como última -aquí- consecuencia de la búsqueda de la felicidad el Caos. O, mejor dicho, la proliferación de sujetos caóticos.    

No podemos obviar que el Universo es caótico, que la metereología es caótica y que los seres humanos a veces vamos dando tumbos sin ton ni son y, voila, pasamos a orbitar sobre algo que nos estabiliza (o nos estabilizamos orbitando sobre algo). Ejemplos los hay a porrillo, hay quien encuentra la estabilidad formando una familia, hay quien se desestabiliza en su propia familia y, por último, hay quien tiene un comportamiento caótico en su familia. Hay quien encuentra la estabilidad en la Fe o en la Escuela de Frankfurt. Hay quien se desestabiliza leyendo a Kant o escuchando a Los Ramones. Hay quien tiene un comportamiento caótico con respecto a las artes marciales o los poemas de Bécquer.

Conclusión:

En un mundo donde los cambios se producen con una inmediatez pasmosa, donde las tecnologías sustituyen muchas veces a interactuar en vivo y en directo, donde el mercado pletórico sustantiviza objetos y cosifica a los sujetos, a las personas, podemos acabar como los personajes de esa película titulada “Her” o los in-felices aritméticos hedonistas de “La Fuga de Logan”, quienes en su “eterna juventud” (efímera, en realidad) contemplaban complacientes la anulación del sujeto en un espectáculo grandioso (un circo).

Las recetas de lo que nos hace infelices, aunque no queramos admitirlo, son las que el pos-moderno y bobo “new age” nos trajo: el Mundo Feliz que Huxley anticipó. Y es que en la variedad no siempre está el gusto contrariamente a lo que se ha popularizado.