photo credit: Send me adrift. via photopin cc
Dichas olvidadas en el postrero ángulo
en memorias escondidas. Prohibidas.
en memorias escondidas. Prohibidas.
Quitaban pétalos de la amapola
tus dedos. Eran huecos ecos que
se acortan, se hacen sordos y
se acomplejan con infame desidia. Caían.
se acomplejan con infame desidia. Caían.
Arrancabas sus restos para que quedara nada,
y así pisaban mis pies el centro confortado de mi mutismo.
¿Qué decir cuándo ni escuchamos
el sonoro silencio de nuestras palabras?
Me lo dijiste con la mirada con esa pesadez:
lo que te incordia, lo que no te agasaja.