Se
han cerrado las
puertas para
no abrirse,
he
salido con
la placidez
que da la tranquilidad buscando la ruta
que lleve los besos a tus mejillas.
que da la tranquilidad buscando la ruta
que lleve los besos a tus mejillas.
He
osado pasar ese
umbral
sin mirar atrás, sin tener que cerrar los puños
y morderme más la lengua.
sin mirar atrás, sin tener que cerrar los puños
y morderme más la lengua.
He
visto jugar, ajenos
al Mundo,
los niños con la sencilla sonrisa
que mira cerca moviendo
los brazos, sembrando los gozos.
los niños con la sencilla sonrisa
que mira cerca moviendo
los brazos, sembrando los gozos.
Me
ha despertado de
los silencios
el viento frío del nuevo día
que como un nuevo Mundo
el viento frío del nuevo día
que como un nuevo Mundo
me regala la
dicha de mi yo.
Mi
yo contigo, con
vosotros,
sin ellos, los malditos
sin ellos, los malditos
que
arrancan las raíces,
los desesperados que beben
la esperanza ajena sin salir
de su crisálida,
los desesperados que beben
la esperanza ajena sin salir
de su crisálida,
de
los ensimismados
en su ombligo que se cierra
en su ombligo que se cierra
como
una cremallera rota.
Quiero
la luz del día
cerrando la noche en mis ojos,
cerrando la noche en mis ojos,
quiero ver sonrisas en
las retinas,
dichas en el alma,
dichas en el alma,
con
la sencilla compañía
del caminante, de quien escucha,
del caminante, de quien escucha,
de
quien sus palabras
no maldicen nuestra
existencia.
Y
deseo abrazarte cada
día con
una sonrisa,
sin
permisos, sin
los frenos que
ahogan las
gargantas.