24 abril 2015

EL CÁLIZ ROTO


photo credit: Ciclo via photopin (license)


El Nilo se desborda en tus ojos
con mil ateridos gritos de dolor,
su abrazo se clava en tu pecho
constriñendo el latir del corazón.

La súplica estéril, clamor sin eco,
un desgarro arranca de tu garganta
¿quién te libera de este caro precio
que con fiero tajo tu carne desgaja?

El miedo envuelto en queja, en bramido,
mientras acosan tus piernas abiertas,
mostrando al mundo el íntimo jacinto,
que es deshojado, y tu pureza cercenan.

El Nilo se tiñe de triste rojo,
tu rostro rompe el silencio de ocres,
¿qué Dios cruel permite al fuego ardoroso
abrasar tu achura en crueles estoques?

Mi pequeño amor, tu amor cercenado,
un millón de clavos te han mutilado,
y el cáliz, de tu pasión, quebrantado.